domingo, 3 de julio de 2011

Sin Keynes la Historia Económica habría sido diferente…


Entre las dos guerras mundiales, los países industriales de una Europa maltrecha se vieron inmersos en una crisis sin precedentes. El desempleo alcanzó niveles nunca vistos y fue obstinadamente persistente.  Y con él llegó una ola de descontento social. Entre 1920 y 1930 la crisis en países como Inglaterra no lograba superarse.
Con el Crack americano de 1929 la situación todavía se puso peor. En Inglaterra, la hostilidad social llevó a la huelga general de 1926.
Cuando las colas para el pan y el subsidio de paro se extendieron en los Estados Unidos, los veteranos de la primera guerra mundial marcharon sobre la Capital Washington protestando porque eran hombres “olvidados”.
Ante tanta calamidad, muchos pensadores se preguntaban  si las previsiones marxistas sobre el futuro del capitalismo (ampliamente descartadas por el feroz capitalismo de finales del XIX)  no estaban tan equivocadas…
La Estructura Neoclásica de la Economía se apoyaba en el supuesto de que el nivel de pleno empleo siempre se alcanzaba, porque el sistema económico siempre generaría las soluciones necesarias (Ley de Say…), pero en los años treinta esta imagen “teórica” del funcionamiento de la Economía estaba fuera de lugar.
Los economistas hablaron de la “rigidez salarial” y de la limitada competencia entre las empresas…con la publicación en esos años de las teorías de la “competencia imperfecta y monopolística” de Joan Robinson.
En los Estados Unidos, la administración Roosevelt puso en marcha en 1933 el “New Deal” con un importante Plan de Inversiones y audaces iniciativas de utilización de los programas de obras públicas para estimular la economía y combinando la devaluación del dólar con subvenciones, tanto a la agricultura como a la industria. Aumentaron las Exportaciones y la economía se reactivó. Supo combinar la política monetaria y la política fiscal (¿les suena Keynes?).
Gran parte del significado histórico de la “Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero” de Keynes, se debe al hecho de que ofreció una nueva perspectiva del comportamiento de la economía agregada, y proporcionó una base teórica para justificar un plan gubernamental que promoviera el pleno empleo.
Muchas de las iniciativas propuestas por Keynes habían sido intuitivamente sugeridas por políticos y economistas. Pero era necesario un Esquema Teórico para defender estas soluciones de manera convincente.
La Historia se repite…los Indignados van sobre la Capital y muchos se preguntan si las teorías de Marx y sobre todo las de keynes podrían sacarnos de la crisis…

Mark de Zabaleta


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