Gasten ahora que la economía sigue deprimida; ahorren luego, una vez que se haya recuperado. ¿Tan difícil resulta comprender esto?
Ahora mismo tenemos una economía enormemente deprimida, y esa economía consume cada vez menos y está infligiendo daños a largo plazo. Cada año que transcurre con una tasa de paso extremadamente alta, aumenta la probabilidad de que muchos parados de larga duración nunca se reincorporen a la fuerza laboral y se conviertan permanentemente en ciudadanos de segunda categoría…
Y en España tenemos un grave problema añadido: el Euro. Si todavía España tuviera la peseta (pero dentro de la UE como Inglaterra con la libra esterlina, Suecia con la corona sueca y Dinamarca con la corona danesa) se podrían haber controlado los tipos de interés adecuadamente y se podría haber actuado sobre los tipos de cambio para favorecer nuestras exportaciones junto al incremento del turismo.
Como NO tenemos “nuestra” moneda…tenemos que abaratar nuestros productos vía costes salariales para que las empresas contengan precios y vendan en el extranjero. Pero más del 50% de nuestras exportaciones van a la Unión Europea, y si nuestros “socios” del Euro hacen lo mismo = se producirá un empobrecimiento “global” de los trabajadores que hunde el Consumo y el Flujo Circular de la Renta…la Deflación!
Y cuando la población asume que va a vivir un largo período de Deflación (bajada generalizada y prolongada del nivel de precios…porque nadie compra…) es ese miedo a GASTAR es lo que AGRAVA la Recesión!
La “Devaluación Salarial” como alternativa obligada (por nuestra pertenencia a la zona Euro) a la “Devaluación Monetaria” agravará nuestros problemas…y afectará directamente al sector financiero.
“Produzcamos en nuestro país cada vez que sea razonable y prácticamente posible, y sobre todo, hagamos lo necesario para que las finanzas sean nacionales” (Keynes)
Mark de Zabaleta
Déjame que me cuele aaquí. ¡Como tiernes tantas caras...! A tu texto ya te he respondido en otro de tus lugares, pero quiero referirme a tu comentario sobre los Mozarts y tantos otros como podríamos poner de ejemplos hoy mismo. Es verdad que cada tiempo tiene sus particularidades pero yo te digo que hubiera preferido renunciar a Mozart que verlo amargado con apenas 30 años siendo en genio más grande de la música probablemente. Sé que cada tiempo tiene sus particularidades pero cuando vi un librito de Leweis Caroll lleno de fotos de niñas de once años, no le gustaban otras, ligeras de ropa, casi en ropa interior de entonces, con algo al aire aunque no desnudas... Eso lo hacía en su casa y seguro que los padres de las niñas lo sabían pero quien iba a pensar mal de aquel circunspecto profesor de matemáticas. De todas formas, tú me dirás como hay que definir semejante comportamiento. Un abrazo
ResponderEliminarHola Antonio,
ResponderEliminarEfectivamente me gusta presentar mis artículos en varios blogs, que siempre escribe este humilde economista. Al hablar de los hermanos Mozart (los dos que quedaron vivos en aquellos tiempos de alta mortalidad infantil) quise matizar el hecho de que a mediados del siglo XVIII la vida era más breve y se alcanzaba la madurez mucho antes. Son conocidas las tareas laborales de los niños a partir de los 10 años trabajando en minas y todo tipo de industria...Y en el caso de los dos hermanos Mozart (su hermana Nannerl cuatro años mayor que Wolfang), éstos tuvieron el "privilegio" de ver trabajar, componer e interpretar al mejor maestro, su padre Leopold.
Lo que hoy en día podría entenderse como explotación quizás debería ser contemplado como algo inherente a ese estilo familiar...
Lejos de mi el entrar en otro tipo de apreciaciones sobre temas que desconozco...
Un cordial saludo
Mark de Zabaleta